/COVID 19: crisis y reactivación económica , y reajuste salarial

COVID 19: crisis y reactivación económica , y reajuste salarial

Pablo González Vera

Director de Federación Nacional de Trabajadores Municipales de Chile (FENTRAMUCH)

Dirigente Asociación N°1 Trabajadores Municipales de Huechuraba

 

Desde mediados del año 2019 que las expectativas de crecimiento económico, no eran muy optimistas. “El mismo Banco Central, en junio de 2019, reducía en 0,3 puntos porcentuales las expectativas, fijando en 2,9% la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2019. Es decir, la proyección económica tanto del gobierno como del banco central para el año 2019 no eran muy optimistas”. (1)

Para el gobierno, este bajo crecimiento de la economía, fue a consecuencia del estallido social a partir de octubre de 2019. Sin embargo, los datos económicos dicen otra cosa. “El año 2018, la economía chilena creció un 4%, sin embargo, en septiembre de 2019 se proyectaba un crecimiento; de a lo sumo un 2 %, eso era una desaceleración bastante importante y que terminó en un crecimiento final en torno al 1, 1,1%. La pregunta es por qué, si en 2018 la economía chilena creció al 4%, el crecimiento proyectado antes de octubre 2019 fue de 2%”. (2)

 El informe de Política Monetaria del Banco Central (IPoM) realizó un negativo ajuste en sus proyecciones de crecimiento para Chile en 2020. De acuerdo al documento, este fluctuaría entre “-1,5 y -2,5%. Al mismo tiempo señala que en el 2021, la economía aumentará entre 3,75 y 4,75%, mientras que en el 2022 crecerá entre 3% y 4%. Según estimaciones, se espera que, en el tercer trimestre de este año, se estarían reduciendo las medidas sanitarias, lo que daría comienzo a una paulatina recuperación económica”, pero dado el aumento progresivo de los contagios, a la cuarentena total de la provincia de Santiago, y otras ciudades del país, esta recuperación económica proyectada será algo más lenta de lo necesario y esperado. (3)

El Plan de Reactivación Económica del Gobierno

Hace unos días el Ministro de Hacienda Ignacio Briones, señalo que el gobierno está diseñando un plan de reactivación económica una vez pasada la crisis sanitaria.

En esa línea, adelantó “que para dicho nuevo paquete será necesario mecanismos que simplifique la inversión, al mismo tiempo de mecanismos de que subsidien, que apuntalen y apoyen el empleo que quedará muy resentido…, y que esto requerirá de acuerdos políticos y económicos”. Al parecer las organizaciones sindicales no están incluidas en estas futuras negociaciones.

Respecto a estos anuncios, algunos economistas señalan que el foco de la política fiscal debiera ser al más tradicional estilo keynesiano, es decir provocar gasto, pero gasto en inversión en obras públicas principalmente. Esto además de regulaciones que incentiven la inversión privada. Del mismo modo se señala que el Gobierno al aumentar un plan de construcción de viviendas sociales en un 20%, esto sería una rápida inyección a la vena a la reactivación económica. La licitación y a la mejora de caminos rurales, la licitación para mejora las calles de los barrios más pobres de las grandes ciudades, todas esas cosas tienen un impacto rápido y directo sobre la actividad y un efecto multiplicador importante.

 Las expectativas de los trabajadores

Ante este escenario, las organizaciones sindicales nacionales nada han dicho aún. Cabe señalar que, a contar del primero de septiembre de 2018, el ingreso mínimo se fijó en $288.000, para luego el primero de marzo de 2019 quedar en $301.000, y posteriormente ser reajustado en un 2,5% hasta la nueva negociación. De esta manera a más tardar en agosto de este año, el gobierno deberá ingresar al congreso un nuevo reajuste al ingreso mínimo mensual.

Por otra parte, y en este mismo sentido, los trabajadores del sector público deberán iniciar nuevamente este año, una nueva negociación de reajuste salarial. Proceso que año tras año; cada vez con menos énfasis enfrentan los trabajadores. Las razones. Existe un desgaste en la forma y el modo de negociar. Un ejercicio que los gobiernos de turno, han aprendido un libreto que les acomoda y ya no genera ningún tipo de presiones.

Todo indica que este año no será el más óptimo para las negociaciones por reajuste salarial de los trabajadores. Por un lado, las bajas expectativas económicas que se arrastran desde antes del estallido social y que aún tienen repercusiones, sumado a la situación generada por la crisis sanitaria.

¿Ante este escenario cabe preguntarse, que están haciendo las organizaciones sindicales a nivel nacional para enfrentar este difícil escenario?

¿Cuáles serán las líneas de acción para enfrentar este difícil año? ¿Cuáles serán sus propuestas de negociación?

Los trabajadores y sus organizaciones de base, esperan que en momentos como los que enfrentan, sus organizaciones sean la vanguardia que defienda sus derechos e intereses. Que en la construcción de las demandas estén representada las aspiraciones de los trabajadores y no solo la de cúpulas dirigenciales que muchas veces están ausentes del debate de base, y salvo excepciones muy valiosas, cada vez más los trabajadores nos encontramos en una orfandad no solo política, sino también sindical, con luchas de poder político partidarias, están lejos de los verdaderos problemas de los trabajadores.

En momentos como los que hoy vive nuestra sociedad y en especial los trabajadores, se requiere de la mayor voluntad de las organizaciones sindicales de carácter nacional, que permita enfrentar las graves consecuencias, políticas, económicas y sociales, producto de   la crisis sanitaria; que ha desnudado la debilidad de nuestras estructuras de protección social, que ha dejado en evidencia la necesidad de contar con un verdadero modelo de protección social. Esto solo será posible, en un nuevo orden social, político y económico, que establezca las bases de una sociedad más justa y digna para todos

 

Bibliografía

  1. Datos Económicos Banco Central
  2. Datos Económicos Fundación Sol
  3. El informe de Política Monetaria del Banco Central (IPoM)